Descuento:
-5%Antes:
Despues:
17,01 €Las sociedades occidentales languidecen en nuestros días adormecidas por el poderoso narcótico de la opulencia. El desarrollo económico, que fue posible gracias, entre otras cosas, a la extensión de los valores que han hecho de Occidente lo que es, puede ahora causar su destrucción. Y no porque riqueza y libertad sean incompatibles, sino porque la riqueza ha tenido como efecto colateral e indeseable minar las bases de la libertad.
Formamos parte de una cultura que propugna como principios básicos la dignidad del ser humano y los derechos inalienables del individuo; una cultura que ha inventado la democracia y que ha logrado que una parte de la humanidad haya alcanzado cotas de progreso como nunca antes se habían conocido. Estos logros constituyen las señas de identidad de Occidente.