Todas las familias felices se parecen, pero cada familia es desgraciada de distinta forma. Como en un crucigrama, en Imposible de desatar, los lectores poco a poco irán componiendo la historia de una familia de hoy. La de una semana de su vida, desde el desayuno a la noche, para descubrir la verdad que hay tras los gestos mínimos y las medias palabras. Para compartir sentimientos ocultos y revelar el sentido de los silencios.