El autor invita desde miradas diversas ?psicológicas, antropológicas, históricas, filosóficas, pedagógicas, literarias? a valorar la condición lectora. Una condición lectora que navega en la ambivalencia
declarada en el título, Inquietud y caricia de la lectura, por cuanto esta tiene de inquietante ?experiencia y forma de vida desasosegante, transformadora, dolorosa? y de caricia ?experiencia y forma de
vida gozosa, consoladora, benefactora?. El subtítulo, Sobre bibliotecas, libros y lectura en contextos educativos, manifiesta, agasaja y significa, negro sobre blanco, el potencial y la singularidad de las bibliotecas escolares y el abordaje de la lectura en entornos educativos. Nos encontramos ante un manifiesto, alabanza y reconocimiento del papel que la lectura y, por ende, las bibliotecas, desempeñan en el ámbito de la enseñanza obligatoria, pues es en la infancia y en la adolescencia cuando el aprecio y la atención por la lectura dependen en gran medida de la fortaleza y bien hacer de las bibliotecas escolares y de la actuación en política de lectura llevada a cabo por los centros y las administraciones.