LA FRUTA MÁS NEGRA

LA FRUTA MÁS NEGRA

Editorial:
DEFAUSTA
Año de edición:
ISBN:
978-84-945029-9-6
Páginas:
224
Encuadernación:
Rústica
Disponibilidad:
Descatalogado

19,00 €

Emma Lou Morgan, una joven negra de piel oscura, nacida en una familia de afroamericanos de piel clara, sufre la discriminación de su entorno a causa del color de su piel. En busca de un lugar donde pueda sentirse acogida e integrada, decide acudir a la universidad en Los Ángeles, donde se encuentra en la misma situación de exclusión social. Hastiada, abandona sus estudios y se traslada a Harlem, Nueva York, donde su lucha por encontrar un lugar en el mundo se recrudece. Una novela desgarradora sobre cómo el racismo trasciende el propio concepto de «raza», con el fascinante universo del Harlem de los años veinte como trasfondo.

«Su estilo recuerda a las novelas de Jim Thompson, donde se consigue máxima expresividad con mínimos recursos».

Víctor Lenore
Ficha de prensa

Título: La fruta más negra

Autor: Wallace Thurman

Traductora: SUSANA PRIETO MORI

Colección: Harlem R.

Género: Narrativa, Narrativa, ficción, drama, renacimiento de Harlem

Número de páginas: 224

ISBN: 978-84-945029-9-6

Formato: 14x21 cm, rústica con solapas

Publicación: 16 de mayo de 2017

Precio: 19,00 euros

Wallace Thurman (Salt Lake City, 1902–Nueva York, 1934), escritor, periodista y dramaturgo afroamericano. Estudió periodismo en la Universidad de California antes de trasladarse a Nueva York a principios de los años veinte, atraído como tantos otros por el resplandor del Renacimiento de Harlem. Brillante, culto e irreverente, pronto se convirtió en el enfant terrible del Renacimiento. En 1926 fundó, junto a Langston Hughes, Aaron Douglas y Zora Neale Hurston, la revista Fire!!, que con su estética rompedora y sus textos vitriólicos amenazó con tumbar los pilares más conservadores de la sociedad de Harlem. En 1927 sorprendió con La fruta más negra, al retratar de forma implacable los prejuicios raciales de los propios afroamericanos. Su desmedida afición al alcohol fue minando su salud, y ya se encontraba en un estado muy desmejorado cuando, en 1931, escribió la novela considerada como epitafio del Renacimiento, Infants of Spring.

Murió de tuberculosis en 1934. Tenía 32 años