Daniel M. Echeverría ha dedicado su vida a dos pasiones: los símbolosy la literatura. Francmasón y escritor, encontró en la masonería unlaberinto infinito, una suerte de paraíso para los buscadores, unacantera inagotable de paradojas y metáforas que le prodigaron elescenario ideal para su vocación. Con el tiempo, se convirtió en unasuerte de Teseo buscando al Minotauro, que es otro modo de significarla búsqueda del centro mismo de nuestra propia existencia.En "La Masonería y el camino de regreso" Echeverría aborda el sentido másprofundo de la experiencia masónica. No se trata ya de circunscribirel método masónico a un conjunto de símbolos y alegorías, sino dedescubrir de qué modo ese lenguaje iniciático permanece indemne en las expresiones más profundas del fenómeno humano.