En septiembre de 1975, en plena agonía del franquismo, se produjeronen España los últimos fusilamientos de la dictadura. Quienes pensabanque la presión internacional o las protestas internas moderarían labrutalidad de aquella decisión se equivocaron: el salvaje anacronismose consumó. Y el sonido atroz de los disparos tardó mucho enextinguirse.
Ahora, el dramaturgo Fulgencio M. Lax da a conocerestas tres piezas dramáticas para recrear y arrojar luz sobre aquellos hechos siniestros, que llenaron de horror a la sociedad española ymostraron la cara más inmisericorde del Régimen. En ellas, personajescomo Carlos Arias Navarro, el príncipe Juan Carlos o un antiguoguardia civil que se presentó voluntario para formar parte del pelotón toman la palabra y nos recuerdan la tristeza y la impiedad de unepisodio amargo, que tan próximo tenemos aún.