-Carme Chaparro recupera como protagonista para su segundo libro a Ana Arén, la atormentada inspectora que llevó la investigación de No soy un monstruo. Al comienzo de la novela, la encontramos aparentemente recuperada de los meses de shock y baja por depresión que siguieron a la resolución de aquel caso.
La inspectora cambia de puesto y pasa a trabajar en Homicidios. Nada más estrenarse se enfrenta a un caso endiablado: el asesinato de una de las mujeres más famosas de España.
La situación se complica cuando se produce un accidente en un hospital: el suelo de un ascensor cede y mueren varias personas. Lo que parece ser un caso desgraciado, en realidad es otro asesinato, relacionado indudablemente con el primero, pero cuya motivación escapa a toda lógica.
Como en No soy un monstruo, la trama es trepidante y absorbente, con inesperados giros de guion, un magnífico elenco de personajes (desde los principales hasta el último figurante) y una estupenda reconstrucción de la investigación policial sobre un asesino de mente endemoniada que utiliza técnicas sorprendentes para acabar con sus víctimas.