¿Te imaginas cómo sería vivir en un mundo en el que a nadie se le ocurriesen ideas extravagantes y locas? Intuyo que sería tremendamente aburrido. Afortunadamente tengo un nuevo invento: ¡EL DETECTOR DE TERRIBILIDAD! ¡Un aparato perfecto para localizar a personas como yo, capaces de hacer doscientas travesuras por segundo! Algo me dice que va a ser... ¡TERRIBLE!