A veces, ocurren cosas con las que no contábamos, situaciones que no nos gustan, que nos cambian los planes, que nos frenan de pronto. Y nadie quiere ni elige imprevistos desagradables, ¿verdad?
Podemos enfadarnos y estar tristes por nuestra mala suerte o preguntarnos qué otras cosas podemos hacer, descubrir, aprender. Tal vez lo que al principio es solo un fastidio, al final nos demuestre que también sirve para algo.
Eso fue lo que le pasó a Susana cuando todo a su alrededor se detuvo. Junto a su gata Nora, se dio cuenta de que había tantas cosas a su alrededor que ni siquiera conocía.