La vida es frágil, naturalmente. La fragilidad es nuestra condiciónhumana, querámoslo o no. Ahora bien, la fragilidad también puede serun camino, como demuestra lo que se llama la vulnerabilidad o la?capacidad de ser herido?, es decir, la fragilidad elegida y orientada hacia otra persona, umbral donde encontrarnos entre seres heridos. De esta fragilidad convertida en vulnerabilidad trata este libro, que se puede leer como un elogio de la vulnerabilidad: la nuestra y la queelige Dios según la religión cristiana, que propone la vulnerabilidadcomo camino e, incluso, como religión.Este libro da cuenta de treintaencuentros con la fragilidad. El arte más atractivo es tal vez aquelcapaz de hablar de nuestra fragilidad sin ser hiriente y, en el mejorde los casos, de abrir la puerta hacia la vulnerabilidad, tendiendo un puente a lo sencillo, a Dios. En este sentido, el siguiente recorrido a través de treinta obras de arte aspira a ser espiritual.