Un secuestro es el punto de partida en Las luces de Hannover. A partir de este suceso, se despliega en la novela una concatenación de situaciones y personajes que se ven afectados, directa o indirectamente, por las consecuencias del rapto. Dividida por capítulos a modo de relatos interpolados, con una abundante mezcla de narraciones, se establece en la novela un juego de géneros en el que la inmigración, el acoso, el coltán, la infidelidad, el suicidio o la propia literatura, se erigen como temas secundarios en este thriller que abandona sus cauces tradicionales para adentrar al lector en un laberinto de sospechas, conjeturas y culpabilidad.
"Una novela engañosa, disfrazada de género, que demuestra que todos andamos secuestrados por algo". Juan Bonilla
"Abraham Guerrero da prueba de su capacidad narrativa en estas historias que se entrelazan como un puzle del que uno desea con fervor conocer todas las piezas".Marta Jiménez Serrano