El haiku, en su peque¤ez, es una piedra que cae al agua, el canto breve de un p jaro que se difunde por el aire, un llamado que despierta el alma del lector (poeta, aunque todav¡a no lo haya descubierto). Al esparcirse en nuevas ondas, a impulso de la mujer o el hombre que lo escuchan y le agregan otras alusiones, se convierte en una m£sica que suena en armon¡a con el cosmos y "todas sus criaturas". Setenta y siete de estos poemas, de 5-7-5 s¡labas, que al decir de Basho nombran lo que est ocurriendo en este lugar en este momento, componen este libro, cuya portada y contratapa se embellecen con pinturas de la artista uruguaya Macarena Caorsi. Estudiosos especialistas del haiku en espa¤ol han distinguido los de El Viejo Libo. Algunos de esos comentarios y menciones integran las £ltimas p ginas del libro, a las que les dan el valor de gu¡a iluminadora: un organito recorre la ciudad del tiempo ido Con toda naturalidad y justa m‚trica consigue reunir una representaci¢n real y su gran evocaci¢n hist¢rica que pertenece asimismo al contemplador y al lector. Pedro Aull¢n de Haro. (pg. 96) qu‚ armon