Esta aventura sería una historia normal de crecimiento y de aprendizaje si no fuera por las bestias que atosigan a Margareta, si no fuera por las consecuencias tan terribles de sus actos, si el mundo la tratara como a los demás y no como a la diana de sus perversiones. Margareta debería estar muerta si fuera normal. La dama oscura ronda a su alrededor silenciosa, implacable, obrando como solo ella sabe para lograr volver a la normalidad.