En 2018, la terapia con MDMA fue aprobada en fase experimental en Estados Unidos para el tratamiento del estrés postraumático, cada vez son más los países que han legalizado el cannabis y se multiplican las organizaciones que ofrecen terapias asociadas al consumo de ayahuasca, peyote... Tras décadas de estigmatización, las «plantas maestras» y las sustancias psicodélicas -que han formado parte del acervo cultural de las comunidades desde tiempos inmemoriales- son aceptadas. Empezamos a escuchar lo que las culturas tradicionales nos llevan diciendo siglos: los psicodélicos y otras sustancias visionarias tienen propiedades curativas y transformadoras, útiles tanto para el tratamiento de enfermedades mentales (ansiedad, depresión...), como para el camino del desarrollo personal y espiritual.