Leer las Memorias de don Antonio Palau y Dulcet es trasladarse, con él como guía, a la Cataluña y, especialmente, a la Barcelona, de losaños entre 1867 y 1932. En sus Memorias no describe únicamente elmundo del libro en Cataluña en aquellos años, sino también losacontecimientos políticos y culturales que tuvieron lugar. No solo seencuentran los detalles que recuerda sobre su propia vida o sobre lagestación de sus obras, sino que hay mucho más. Están plagadas deimágenes y de rememoranzas y anécdotas de todo tipo: desde elajusticiamiento de un soldado y su amante por asesinato, hasta lainstalación de la luz eléctrica y del tranvía en Barcelona. Rebosanpor doquier de comentarios sobre libros publicados por autorescoetáneos y están repletas de anécdotas y fragmentos decorrespondencia con numerosos bibliófilos de su época.