El dicho que afirma que "la realidad siempre supera a la ficción" es plenamente aplicable a las experiencias relatadas por Santiago Rodrigo, veterinario rural, en su libro. La España profunda, que muchos consideraban extinta, se revela en toda su crudeza, aunque camuflada de ironía y humor. Los lectores disfrutarán de este compendio de relatos que retratan situaciones reales (en su mayoría), alegres, entrañables y, a veces, esperpénticas y disparatadas. Dada la crudeza de algunos episodios, el autor ha alterado nombres, ubicaciones y ciertos detalles para prevenir malinterpretaciones o posibles ofensas hacia los protagonistas.