La música acompaña a los seres humanos desde su origen. Hay ciertos vestigios que lo acreditan como la existencia de flautas prehistóricas realizadas con huesos de osos o de buitres. A lo largo de la historia este arte de ordenar los sonidos creando obras que impresionan nuestros sentidos también nos ha acompañado, llegando al momento presente en el que la inteligencia artificial lo fagocita todo. Con esta tecnología se puede generar música de forma automatizada y también hay sistemas que reproducen la voz y el estilo de artistas musicales conocidos, lo mismo que se pueden generar resultados semejantes a lo que sería una interpretación humana novedosa. La materia prima para la obtención de estos productos tecnológicos semejantes a las obras y a las interpretaciones musicales reside en la inteligencia humana. En esta monografía se analiza la protección que el Derecho dispensa a la música y a las personas que participan en la creación (compositoras) y recreación (intérpretes) a través de la propiedad intelectual. Se abordan cuestiones sobre los mecanismos de tutela de la música como parte de nuestro acervo cul