A toda hybris sigue su némesis. Toda injusticia merece castigo.
La injusticia la cometió Atenas. Atenas incitó a la rebelión contra Persia y amontonó la leña para los incendios que devoraron ciudad tras ciudad.
Y el ateniense que prendió la llama fue Ameinias de Eleusis.
Por eso Atenas también debe arder. Por eso Ameinias debe morir.
Siglo V a. C. Artemisia de Caria es una mujer singular. Última de su dinastía, gobierna Halicarnaso, ciudad leal al Imperio persa, y comanda su propio navío de guerra, el Némesis. Su llegada al poder ha sido de todo menos dulce: fuego, terror, mutilación y esclavitud sacudieron su ciudad y su linaje, y marcaron su destino. Y ahora su objetivo no tiene nada de fácil: redimir el nombre de su familia y alzar al bien sobre el mal, lo justo sobre lo injusto, la verdad sobre la mentira.
Para ello deberá encontrar al causante de todo: un marino ateniense que navega en un siniestro trirreme negro, el Tauros. Aunque tenga que enfrentarse a las tormentas, hundir las naves de media Grecia y prender fuego a la propia Atenas. Eso la llevará a recorrer el laberinto de islas, bahías y puertos que cruzan el mar Egeo desde Asia hasta Europa, y a descubrir si realmente tiene la fuerza y la voluntad necesarias para cumplir su misión. Y todo bajo la amenaza de la inminente guerra entre persas y griegos.
Sebastián Roa, uno de los grandes maestros de la novela histórica, regresa a la siempre fascinante historia de las guerras médicas, hasta ahora protagonizada por reyes como Leónidas, estrategas como Temístocles o generales como Mardonio o Pausanias, pero nunca antes por una mujer real, feroz e inteligente, a veces enamorada, una intrépida navegante que se convirtió en el terror de los griegos en el Mar Egeo. A través del diálogo con un joven Heródoto, Artemisia nos contará su vida desde que, por los azares del destino, se convirtió en tirana de Halicarnaso, y aunque sufrió los más duros reveses, a todos supo enfrentarse con valentía e ingenio, y estuvo a punto de cambiar la historia de Occidente.