Nicolina ha decidido convertirse en mecánica, pero no de las que reparan coches, sino de las que engrasan corazones oxidados. Así, emprende una aventura para devolverle al abuelo la chispa que el tiempo parece haberle quitado.
¿Encontrará la manera de ayudarlo?
Este cuento nos presenta una tierna historia sobre la magia de atender a quienes más queremos, subrayando el valor de la gratitud y la empatía al defender que las manos que nos cuidan también necesitan nuestro abrazo.