El jard¡n va visti‚ndose de blanco mientras ajeno al fr¡o y la algazara busco en la paz profunda del estudio la amena compa¤¡a de los libros Persigo el coraz¢n de las palabras la venerable m£sica del verbo con la humilde alegr¡a de aquel sabio recluido en su torre de Dordo¤a Los n¡speros se rinden a la nieve a su luz inquietante y cegadora? y v stagos del lilo quiebra el hielo El mundo es un palacio inhabitable escabroso, falaz, tragica¢tico y el £nico refugio es la poes¡a