Con paulatina indiferencia, los habitantes del mundo se van ausentando de sus trabajos y hogares, y una mañana, en la ciudad de México, el estudiante de historia Andrés, trabajador de medio tiempo en una obra teatral sobre zombis y en un supermercado transnacional, despierta para hallar el resultado: de la civilización sólo quedan sus objetos, autos, herramientas, casas con puertas abiertas al descuido, productos enlatados en largas filas de estantes, pero al parecer ninguna persona más.