Camilo viaja a Nueva York durante 48 horas buscando información de un antiguo amigo de sus padres desaparecido. A ritmo de detective sebaldiano, con historias de nazis fugados y arquitectos modernistas, empieza una búsqueda frenética y obsesiva donde aparecen también ideas sobre el arte, las relaciones familiares, el cuestionamiento de la masculinidad tradicional a las que se añaden los secretos del pasado.