Nórax, rey de reyes, está marcada por un espíritu antibelicista fortísimo, arremetiendo contra la impunidad de
mandar a jóvenes a muertes seguras para mantener el poder; por la familia como núcleo portador de conflictos; por
una sociedad masculinizada ?la inmensa mayoría de los personajes son hombres y se deja reservado para el rol
femenino una participación menor y extremadamente cuidada?; sin embargo, tras las debacles la princesa Lilitzu se posiciona, dando discursos contra los implacables deseos de gobernar, a toda costa, de los hombres.