OSCAR GONZALEZ; PABLO SAGARRA; LUCAS MOLIN
Es indiscutible el peso histórico de Mussolini en la vertiginosa ascensión del fascismo italiano. Al término de la I Guerra Mundial, desarrolló un olfato político y un sentido de la oportunidad que le convertirán en el jefe de un ecléctico movimiento, punto de encuentro de izquierdistas, sindicalistas, nacionalistas y futuristas, un líder curtido en la arena política. Con la eclosión de la Gran Guerra culminará la ruptura de Mussolini con el socialismo ortodoxo, esgrimiendo un mensaje hasta entonces inédito: «¡Italia es lo primero! ». Benito Mussolini alumbrará una visión revolucionaria novedosa donde la voz cantante la tendrá la nación.