Ejemplares numerados y firmados por la autora.
Edición limitada.
«No existe el arte en realidad, sólo los artistas», comienza Ernst Gombrich en 'La historia del arte'. Bien se le podría aplicar a Yolanda Castaño, poetisa gallega que asegura que el camino de la poesía pasa por reinventarse «con una mirada nueva y personal». La presentación de su libro 'O tacto o privilexio as ganas de tirarse' sirvió para abrir 'Agosto Clandestino'.
-¿Qué le sugiere este festival?
-Lo de clandestino siempre sugiere algo bueno. Una alternativa a agosto, cuando parece que lo que toca es piscina. ¿Por qué no escuchar poesía en Logroño?
-¿Cómo se enfrenta a la 'página en blanco'?
-Le tengo bastante respeto al papel en blanco y no me lanzo hasta que no lo tengo muy claro. Pulo mucho la idea, estoy dándole vueltas, engordándola, hasta diez meses. Pero una vez que la traslado casi no tacho ni cambio nada.
-La obra está escrita en gallego. ¿Por compromiso?
-Es mi tradición. Me interesa el gallego por una cuestión artística, como a un pintor le interesa el óleo y a otro la acuarela.
-Como la creación de 'erofanía'.
-Es una palabra creada en mi laboratorio, sin muchos secretos: manifestación del amor, del erotismo. Esos neologismos aparecen a lo largo de todo el libro como un juego con el lenguaje, de perderle cierto miedo, no respeto. Voluntad de construcción del lenguaje y de volver a crearlo. Trabajar con él como trabajaría un escultor que modelase del barro.
-¿Para que sirve la fusión de la poesía que usted pone en práctica?
-La poesía con las nuevas tecnologías puede dar usos muy expresivos. El verdadero reto de la poesía es el de adaptarse, precisamente a un lenguaje tan antiguo; lo que le queda es eso o nada.
-De su poesía se habla en términos de voluntad renovadora...
-Decir algo nuevo, no algo que ya se haya leído o escuchado. Hay que dejarse la piel en la poesía, jugárselo todo, no quedarse descafeinado o a media tinta. Si pones algo de ti, si intentas aportar tu granito de arena con algo mínimamente nuevo, mínimamente tuyo, esa será la verdadera aportación. Arrojar una mirada nueva sobre algo que ha sido eterno, como el amor, el paso del tiempo...
-Un 'proyecto de identidad'.
-Cuando hablo de mi propia identidad hablo también de la tuya, de la de él. Busco lo que hay de común entre las personas: la universalidad de lo particular. La identidad se va construyendo, a veces no la conoces hasta que la pones por escrito.
-¿Imagina un mundo sin poesía?
-No. Es una expresión desde el origen del ser humano. Puede que cambie el contexto, pero siempre estará ahí. Hay que descubrir la poesía donde menos te la esperas, en las palabras de una persona mayor que ves en la escalera...