Piedad Bonnett nació un 18 de enero de 1951 en Amalfi, pueblo del nordeste antioqueño en el que transcurrieron ocho años fundamentales de su vida. Uno de sus poemas más luminosos es «Volver al tiempo de los techos altos», donde emplea por primera vez la imagen del techo ?símbolo de protección? para cantar el paraíso perdido de la infancia. Este tiempo de felicidad se encontraba representado, sobre todo, por la madre, que la enseñó a leer y a la que recuerda tan amorosa como bella. Gracias a ella ?hija de maestros, debió abandonar su profesión al casarse?, la niña descubrió sus dotes como versificadora ?imitaba sin dificultad a los ocho años las obras de Campoamor? y leyó con delectación todo lo que caía en sus manos: desde Bécquer a El tesoro de la juventud, pasando por el Reader?s Digest, los cuentos de hadas, la poesía española o los mitos grecolatinos. En cuanto a su padre, trabajaba como contador y también disfrutaba con los libros. De ahí que la escritora señale en entrevista: «Venir de una familia de maestros fue muy importante para mí porque pertenezco a una familia de clase media, ilustrada, relati