Desde sus comienzos, el sexo ha desempe¤ado un papel esencial en la vida de la Iglesia Cat¢lica. El placer del sexo era disfrutado, sobre todo, por los miembros de m s alto rango. Org¡as, furcias, incestos, pederastia, violaciones... el sexo ha sido norma, no excepci¢n, en el seno de la Iglesia Cat¢lica, tanto en Concilios como en ciudades papales.