Pasado en la boca es un poemario o extenso poema (como guste el lector) bello, honesto y depurado (no despojado ni áspero) que crea un vínculo entre lo singular y lo universal y nos enseña a mirar y a nombrar. Esther Abellán crea un vínculo entre lo personal y lo colectivo oscilando entre el materialismo sensorial y el rescate del espacio sagrado de la naturaleza. Estamos ante una obra poética unitaria, articulada en un corpus de gran densidad, coherencia y vitalidad.