Un análisis demoledor que revela cómo la ideología y los prejuicios han prevalecido sobre la protección de nuestros menores. Cómo el poder político ha convertido a la Iglesia en chivo expiatorio mientras ignora a miles de víctimas. La violencia sexual contra menores es una plaga creciente que afecta a miles de niños y adolescentes cada año en España. Sin embargo, los poderes públicos han optado por señalar exclusivamente a la Iglesia católica, que representa menos del 1 % de los casos, convirtiéndola en un chivo expiatorio que distrae la atención del verdadero problema. La discriminación contra la Iglesia católica esconde una realidad aterradora: la epidemia silenciosa de abusos sexuales que el Estado se niega a combatir.