En las palabras está el poder de la tierra.
Uno puede predicar su ética
y así hacerse conocer,
pero si no sigues tu voz
no escuchas el canto.
Puedes ser un don nadie,
cruzarte con gente por la calle
y ellos pueden juzgarte
solo por tu apariencia?
Pero lo que no saben ni sabrán
es que eres más grande
de lo que lo serán
ellos jamás.
Corre o esta historia acabará
antes de empezar.
Mantén el cuerpo en calma
y la mente estará en calma.