Ana, natural de Chiclana de la Frontera, donde la brisa marina y la espuma del mar la han visto crecer y la han acompañado al son de una guitarra flamenca, de preciosas puestas de sol y de nuestro tronío andaluz.
Lleva el arte grabado a fuego en su alma, ya que solamente alguien con tanta grandeza y sin ninguna presunción, es capaz de deslumbrar simplemente con una sonrisa...Con una mirada....