10 de marzo de 2014, Juan Taboada, comercial del Banco Ovejero, aparece muerto en su domicilio por presunto envenenamiento. Tres días atrás, Jose´ Manuel de la Vila, consejero delegado de Bancamar, era atropellado por un coche; esa misma tarde moría en el hospital.En un escenario donde los altos cargos que llevaron el país a la quiebra son recompensados con indemnizaciones millonarias y la ciudadanía sufre las consecuencias del fraude bancario por la venta de acciones preferentes, la Inspectora Tabares y el inspector Sotillo deben descubrir que relaciones existe entre los crimes recientes y la crisis financiera.