Isabella y Marco son dos jóvenes de veinte años que viven en la Alghero (Italia) de los años ochenta. Comienzan una turbulenta relación marcada por la negativa de la familia de ella y un embarazo no deseado. Debido a las presiones, ambos deciden iniciar una nueva vida en Barcelona junto a su hija Laura.
Laura es la protagonista, una mujer de veintidós años que estudia Derecho acostumbrada a vivir las relaciones sin ataduras, sin etiquetas; influenciada por una infancia desordenada que tiene como punto de partida el abandono de su madre cuando tan solo tenía cuatro años. Llena de matices, adquiere ciertos comportamientos en el seno de un hogar roto, desarrollando una personalidad reacia a los enamoramientos e independiente, intenta no verbalizar sus sentimientos.
Tras varios años coleccionando relaciones esporádicas, conoce a Joan. Él es un chico que busca una pareja estable, no acostumbrado a los encuentros de una noche con varios vacíos emocionales.
Con la negativa de ella y el terror
