En plena noche de invierno, un hombre huye de Buenos Aires para refugiarse en un rincón virgen de la Patagonia, donde espera reunirse con su padre, al que no ve desde la adolescencia. Sin embargo, el parco reencuentro con el hombre que lo crio, del que ahora lo separa un abismo insalvable, lo aboca a un amargo desarraigo en una espectral urbanización costera, habitada por otros prófugos como él, donde se deja llevar por una «entrega inerte, sonámbula, al encadenamiento de días vacíos». Un relato extraordinario, amargo y profundamente evocador sobre los estragos de la represión y los traumas sociales e individuales.