Durante décadas, la clase media ha sido la protagonista política y cultural de las sociedades: un símbolo de integración que prometía prosperidad para la clase trabajadora y encarnaba el legítimo anhelo de ascenso social de una amplia mayoría. Hoy, sin embargo, la clase media se percibe más bien como una promesa rota, incapaz de llevarnos con garantías hacia un futuro mejor. Su desvanecimiento ha despertado un oscuro malestar cuyas últimas consecuencias todavía desconocemos. Se trata de una herida social de la que surge con fuerza la nueva política reaccionaria: una lucha por recuperar el estatus y regresar a un pasado idealizado que borre la sensación de orfandad. La pregunta clave que plantea este ensayo es: ¿qué hacemos con la clase media si aspiramos a un proyecto de transformación social? Para responderla, explora la experiencia del desclasamiento y la capacidad de acción de esa clase, así como las emociones, deseos y contradicciones que la atraviesan —del SEAT 600 a Cuéntame cómo pasó, del sueño del consumo al desencanto de la sociedad low cost—, para imaginar nuevas alianzas y formas de futuro compart