CABEZA DÍAZ,JOSÉ;CABEZA GARCÍA,ISABEL ANA;DUEÑAS MONTES,RAÚL
La ausencia y no poder bailar la hizo coger la carretera antigua, algo con lo que no contaba Macaria. Ese algo seguro (Das Gewisse Etwas) no pudo evitar los delirios en la dualidad. Sentada en el banco leyó el cuento de Emma. En el día deseado cuando el milagro sucedía.
El octavo mandamiento fue muy defendido por el querido tío Tom. Y fue el sueño, en el reloj ¿sueño o realidad? Lo cierto es que las espinas se habían clavado en la familia, y solamente la llave del paraíso podría evitar la vida en gris.
Longrey, es quien con su vuelo presagia el perdón. El preludio de que seréis perdonados por el sin nombre.