La materia que este libro encierra es amplia y harto variada, pues elhombre cristiano occidental desde su origen ha ido colocando la ideadel ser supremo en la naturaleza, en los fenómenos que conforman elfirmamento, en el espíritu animal, en el panteón clásico, en ladivinidad cristiana y, por último, en toda una galería de santospersonajes que asumen la abogacía de cuantos males aquejan al serhumano. A todo ello le ha consagrado las fórmulas y pequeños poemas?destinados a suplicar su gracia y a implorar su favor? que esta obraatesora.