La amistad entre Marcos y Julián viene de lejos, mucho antes de que ambos se instalaran en la capital. El apoyo ante las dificultades del primero al salir del armario en su pueblo natal hizo que ambos generaran una fuerte unión. Marcos admira a Julián. Sin embargo, lo que no imagina es que su amigo esté atravesando por un profundo camino de deconstrucción.