Con Tierras a la vista se ofrece al espectador la belleza artificial del paisaje humanizado desde tres puntos panorámicos. Se ofrece el diálogo entre el viento y el mar de Ceuta, se ofrece la luminosidad del olivo y el río de Puente Genil y se ofrece la fragancia de la nieve licuada en las fuentes de Granada.
Tres localizaciones donde el paseo por la sensibilidad induce a fotografiar el intimista cuaderno de viaje, donde la perspectiva subjetiva se acerca al tópico y donde se activan las sensaciones a través del placer de la lectura.