Todos ardemos. Todos sobrevivimos al fuego o lo
llevamos dentro, lo importante es que no te queme,
o al menos, no hasta destrozarte. Todo lo que arde
en mí surge de la necesidad de crear un sitio donde
colocar las emociones que nadie nos enseña a sentir,
que no deberíamos sentir. Nace de un crecimiento
personal para ser capaz de explicar momentos que
marcaron a la autora y la hicieron arder. Es una
vía de escape de dolores que no siempre podemos
identificar.
La gracia es saber sobrevivir al incendio y dejar que
arda para poder construir.