Primera obra de una jovencísima autora, en el ciclo de los versos que propone Trenzas de invierno hay también una temperatura interior, una fiebre que arde en la memoria de la infancia o de la experiencia amorosa.
De diciembre a marzo, como un diario que anota minuciosamente la pérdida de la inocencia y el descubrimiento de la poesía, el paso de las estaciones será también el paso a la vida adulta, diferente y no siempre deseada.