La palabra poesía viene del latín «poiesis», que significa «creación», su forma y fondo son la base de
un trabajo profundo, sino imprescindible y hasta necesario, en el que la poetisa Marisabel
Balderrama lleva al lector amante de la palabra, para conducirlo por el abismo de las complejidades,
vericuetos que van desde el amor hasta la más terrible tristeza, y que logran su sublime redención al
confrontar el final temido por todos: la muerte. A esta última, precisamente, la artista de esta obra
le dedica gran parte de sus versos para colocarla en un plano terrenal, un vínculo humano en el que
la pasión, la vida y la existencia, se unen para formar una elegía por la que atravesamos todos, y que
se hace patente al llegar al umbral del otoño de nuestras existencias.