La pequeña musaraña Sori quera revivir las aventuras que le contaba cada noche, antes de ir a dormir, el abuelo Bigotes: -¡El mundo está lleno de animales peludos, chiquitina! -le decía. Así que, una mañana salió de la madriguera decidida a encontrar a uno de sus primos lejanos, por muy difícil que fuera.