RODRÍGUEZ TREVIJANO, LUIS FERNANDO
El final de una relación romántica puede provocar un
desplome vital en el alma femenina. La pérdida del ser
amado va con frecuencia mucho más allá del adiós a un
tiempo vivido con total entrega e ilusión. A menudo se
produce un desdibujamiento de la propia identidad. Una
apenas se reconoce a sí misma. Se siente totalmente perdida,
desorientada y llena de dolor. La vida deja de ser algo bonito.
¿Cómo se sale de este persistente estado de tristeza?
De entrada, es necesario admitir el quebranto y la zozobra
que se siente. En segundo lugar, hay que tener paciencia. Y
es que de una crisis vital no se sale de la noche a la mañana,
se sale poco a poco. Y en tercer lugar, hay que iniciar un
proceso de “reseteo” de la propia mente. Ello implicará
ampliar nuestro campo de visión, desmontar algunas
ideas preconcebidas sobre el amor, y comenzar a crear las
condiciones adecuadas para que nuestra mente se ponga de
nuestra parte, y no en contra.
A lo largo de un mes entero, dividido en treinta pequeños
capítulos, comprobarás que el duelo de amor que atraviesas
se puede transformar en una oportunidad única de
crecimiento personal de la que salgas, no solo repuesta, sino
también fortalecida.