Internarse en la obra de Atahualpa Yupanqui es como internarse en una catedral. Se trata de una empresa cargada de dificultades. La catedral Yupanqui está lleba de recovecos, de misterios, de sugerencias. Nos hallamos ante una obra abrumadora tanto en cantidad como en calidad. Una obra cargada de coherencia, de dignidad lírica, de tesón, edificada piedra a piedra a través de un largo camino.