Este libro y estar aquí haciendo realidad mis sueños me ha enseñado que, lo único que no se cumple son aquellas cosas que uno no se propone y no persigue. No obstante, si un día te arriesgas a volar alto y lejos como yo lo hice, ten presente que, por más fronteras que cruces y por más sellos que tenga tu pasaporte tu país de origen jamás saldrá de ti. Y por más cómodo que estés en otro lugar, ese vacío familiar y contextual que tuviste antes de emigrar nada ni nadie lo podrá llenar. Por eso hay lugares en los que crecemos, pero vale más estar donde realmente somos. El tiempo es vida y el dinero es solo papel. Recuérdalo siempre.
