?Has llegado a los cincuenta y te apetece hacer balance de tuvida.
Es el momento de que tu mirada se detenga en tu mirada. Eshora de que si quedan algunas heridas abiertas, las cierres. A lomejor es el momento de despedirte de alguien que te dejó dolorida yperdida o de ser lo suficientemente valiente para cerrar esa puertaque siempre dejas entreabierta por si vuelven a picar. De empezar unnuevo duelo, o de terminarlo.
Quizás es hora de quitarte esa vendade los ojos que te tiene ciega y que veas de una vez lo que tienesdelante.
A lo mejor no te gusta y por eso te aferras a esa vendapara que todo tu ser se ahorre el sufrimiento.
A lo mejor, ya sinvenda, puedes mirar de verdad y ver, por primera, vez lo que estáfrente a ti y que apenas ves.
O quizás, la vida te ha dado tantosregalos, que llegas a esta edad llena de agradecimiento.
Es hora de hacer balance sí, pero un balance diferente. Es hora de que te mirespor dentro??.