Prólogo de Ángel Carracedo
Es un honor para mí tener la oportunidad de prologar este libro de
Salvador Fojón.
La divulgación de la ciencia me parece absolutamente vital para el
progreso, pero en este caso esta obra excede el mero carácter divulgativo
y es un tratado completo que sirve tanto a las personas interesadas en
Biología Humana como a estudiantes de secundaria o de grado que
deseen una visión completa de esta rama del conocimiento.
Tengo que reconocer que quedé impresionado por la erudición y el
esfuerzo de Salvador. Ha sabido combinar rigor científico con un
lenguaje muy cuidado y una presentación amena de los temas que,
además, han sido muy bien elegidos y en una secuencia muy lógica,
comenzando por el método científico y el fundamento de la ciencia, al
concepto y origen de la vida y tratando a continuación todos y cada uno
de los aspectos relacionados con la biología humana, para acabar con
elementos de ecología humana y la relación del ser humano con el medio
ambiente, un tema de la máxima actualidad.
También me entusiasma y comparto el amor del autor por la ciencia y no
puede dejarlo más claro en muchas partes del libro. Me encanta cuando
escribe que la ciencia es un logro colectivo de los seres humanos, por
encima de creencias, culturas, banderas o civilizaciones y que, aunque
solo fuera por eso, ya merecería todo nuestro respeto y cariño.
El objetivo de la educación es ayudarnos a entender el mundo que nos
rodea. Por desgracia, muchas veces se desvía de este objetivo y aspectos
tan básicos como entender nuestra propia biología quedan olvidados e
insuficientemente entendidos.
Es por todo ello por lo que no puedo menos que felicitar a Salvador y
recomendar a todos la lectura de esta obra con la seguridad de que la
encontrareis tan apasionante y entretenida como yo la hallé.
Santiago a 20 de agosto de 2019
Angel Carracedo
Catedrático de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Santiago de Compostela
Director de la Fundación Pública Galega de
Medicina Xenómica-Servicio Galego de Sáude
Prólogo de Javier Guitián
Más de una vez me he preguntado si el contenido de un libro refleja la
trayectoria personal de su autor, si un texto nos dice algo más de lo que
percibimos. Es obvio que quien escribe sobre Biología, en cualquiera
de sus ramas, lo hace porque muestra interés por el tema, pero, si lo
piensan, por común que sea el objetivo, nunca dos libros dicen lo mismo
y nunca lo dicen de la misma manera.
El libro que el lector tiene en sus manos comienza con una imagen del
padre del autor fotografiando insectos en Cecebre (A Coruña). Salvador
Fojón Martínez-Reboredo fue un farmacéutico poco convencional.
Tras acabar su carrera realizó su tesis doctoral sobre las técnicas de
determinación de amilasa en sangre, ejerciendo después en su farmacia
de León. Sin embargo, fue ante todo un naturalista ilustrado, que
disfrutó de la fotografía y que sin duda trasmitió a su hijo la pasión por la
naturaleza en su sentido más amplio.
El autor, Salvador Fojón Polanco, es Doctor en Medicina por la
Universidad de A Coruña y trabaja como médico especialista en la
sanidad pública desde hace décadas; es también licenciado en Biología
por la Universidad de Santiago. Esta formación multidisciplinar le permite
abordar temas tan variados como “Salud y Evolución”, en donde analiza
la “Patología de la opulencia” o “las infecciones y parasitosis” u otros más
centrados en la Biología como la “Nueva sistemática” o “la fotosíntesis”.
Obviamente, muchos temas transversales, como todos los incluidos bajo
el epígrafe de “Biología Molecular” o los “Fundamentos de la Ciencia”,
con los que comienza el libro, también están incluidos. En todos los
casos está presente el rigor científico y la claridad en los textos lo que,
junto al apoyo gráfico, hace que temas aparentemente complejos sean
accesibles a todo tipo de lectores.
Salvador es además profesor de Biología en la Universidad de La Coruña
y esta condición, y vocación, es visible a lo largo de todo el texto. Hay
ejemplos magníficos que sin duda sus alumnos disfrutarán, como la
heterostilia en el género Primula, que utiliza para explicar el método
hipotético deductivo, o como Erwin abordó el cálculo de la riqueza de
especies, en el apartado dedicado a la biodiversidad, por citar solo dos
ejemplos que me son cercanos.
El libro incluye también un grupo de temas de actualidad que reflejan la
preocupación del autor por la situación actual del planeta. Desde la crisis
demográfica al calentamiento global, desde los problemas del agua a la
sexta extinción, el texto repasa de manera concluyente la gravedad de los
problemas globales a los que nos enfrentamos y reflexiona, al final, sobre
nuestra capacidad para cambiar el rumbo de las cosas.
Finalmente, todo el libro está impregnado de su pasión por la
Paleontología y la Evolución. No sé si sus excursiones a recoger fósiles
a la Cordillera Cantábrica son el punto de origen de este entusiasmo o
si nació en la Facultad de Biología, pero ese hilo conductor hace que un
libro que aborda temas muy diversos, a veces complejos, tenga sentido y
se disfrute con su lectura.
Volviendo al principio, el libro que el lector tiene en sus manos creo
que refleja fielmente la trayectoria de su autor. Nos conocemos desde
hace décadas y compartimos la profesión de docentes de Biología;
sin embargo, no les recomiendo la lectura de la “Biología Humana” de
Salvador Fojón por que seamos dos amigos que se quieren desde mucho
tiempo atrás, lo hago porque nunca dos libros dicen lo mismo y nunca lo
dicen de la misma manera.
Javier Guitián
Catedrático de Botánica de la Universidad de
Santiago de Compostela
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