El lector tiene en sus manos versos que, desde la nostalgia de quien partió, por la conjunción de una crisis personal y una oportunidad laboral, hablan de la impronta indeleble de la tierra y la época que, tras vernos nacer, acompañaron los avatares de nuestra infancia y juventud. Son recuerdos del primer hogar, amistades y sueños, horas felices y retos superados así como de las sólidas raíces y el cálido abrazo de tierra y tiempos adonde, no importa donde estemos, mil recuerdos impregnados de melancolía quieren volver, aun sabiendo que al regreso ya nada será lo mismo. El tiempo pasa y lugares, pueblos y gentes cambian, igual que cambia quien los añora y extraña.