"Capital aborrecida?" recoge el sentimiento antimadrileño desarrollado a lo largo del siglo XIX y su evolución hasta los años posteriores a la Guerra Civil. Constituye una manifestación específica del rechazo hacia las ciudades, la industrialización y el liberalismo que tiene a Madrid como epítome de la urbe moderna y del poder político. Esta prédica antiurbana y antiindustrial, que se remonta a la Antigüedad, a la idea de la Edad de Oro y de la Arcadia feliz y es inseparable de la tradicional actitud de valoración del campo y de condena de lo ciudadano, se desarrolla en España con intensidad a lo largo del siglo XIX, donde adopta habitualmente la forma de antimadrileñismo. Este sentimiento coincide con la aparición en España de la sociedad moderna, y se expresa y difunde a través de la literatura, el arte y el discurso político entre 1898 y 1945. En la animadversión hacia la capital de España, surgida al compás de la implantación del liberalismo y de la industria, tiene especial importancia la Guerra Civil, época en la que coinciden una serie de planteamientos sobre la urbe contemporánea, la idea de Esp